martes, 29 de abril de 2025

OLGA TOKARCZUK. LOS ERRANTES.

   “Mi energía es generada por el movimiento”. Este es un libro sobre las personas que se marchan. La autora es de esa clase de personas.

  Va tejiendo durante una pila de capítulos historias de gente errante. Nos deja en el aire la desaparición de una madre con su hijo que se han bajado del coche para hacer sus necesidades. Y te quedas en ascuas para retomarlo al final del libro. O te habla de personajes tan fascinantes que debes ir a la enciclopedia a ver si ha existido o no.

  Saberes inútiles y encantadores: “Estambul era una ciudad llena de perros callejeros semisalvajes. Surgió incluso una nueva raza: un perro de tamaño mediano, pelo corto, pelaje claro, blanco o crema. Los perros vivían en los muelles del puerto, entre cafés y restaurantes, en calles y plazas. Por la noche se internaban en la ciudad para cazar; se mordían, escarbaban en la basura. Indeseados volvieron a los viejos comportamientos naturales: unirse en manadas, elegir líderes como los lobos o chacales”.

  La increíble historia de Soliman que de esclavo arrancado en África llegó a ser un personaje indispensable en Austria, en la corte del emperador.

  “Un viejo conocido me ha dicho que no le gusta viajar solo. Aduce que cuando ve algo extraordinario, nuevo, bello, desea tanto compartirlo con alguien que se siente infeliz si no tiene con quién hacerlo. En mi opinión, no tiene madera de héroe”. En la mía tampoco.

  Acabo el libro mientras en las calles la gente busca desesperadamente una señal de wifi, una luz, una solución ante el gran apagón. 28 de abril a las 12:32: el mundo se vuelve dolorosamente analógico.

martes, 22 de abril de 2025

Laurence Stern. VIAJE SENTIMENTAL.

     Sostenía Javier Marías que Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy era una novela monumental, compleja y divertida, si no más grande que el Quijote no por debajo. Ganó con su traducción un premio y Alfaguara sacó una edición que nunca me he decidido a adquirir quizá por la pésima tipografía. Hay libros que coges, los volteas, abres sus páginas y no te llaman.

  Pero hace unas pocas semanas vi este ejemplar de colección de quiosco que venden luego a precio de saldo y decidí quedarme con él por poco más de lo que cuesta un café.

  Dice la contraportada que se trata de un viaje sentimental de su álter ego, Yorick, por Francia e Italia y que atiende más a las descripciones de las personas que de las ciudades o paisajes y que contiene mucho ingenio y humor. A mí no me lo ha parecido tanto. A ver, tiene ingeniosas observaciones y cierto sentido del humor pero por comparar con alguien tengo que decir que me hicieron mucha más gracia las peripecias de Wilde por tierras cálidas de África hablando de los burros.

  No he subrayado nada pero lo he abierto al azar para escribir estas letras y voy a resaltar este con el que me puedo llegar a identificar:

  París: “Lo que el viejo oficial francés había contado sobre los viajes me hizo evocar los consejos de Polonio a su hijo sobre la misma cuestión, y eso me llevó a pensar en Hamlet; y Hamlet, en las demás obras de Shakespeare. Al final hice una parada en el quai de Conti durante mi regreso a casa para comprar su obra completa”.

sábado, 19 de abril de 2025

EL SAQUEO DE EUROPA. LYNN H. NICHOLAS.

    Nunca he tenido de eso llamado crisis de lectura. Una amiga me regaló hace poco una estantería de un despacho profesional que ha cerrado por jubilación. 120 cms por 120 cms. Nueve compartimentos. Madera lacada en blanco. La he colocado a mi lado en el escritorio. Debe haber al menos treinta libros entre adquiridos recientemente y otros listos para la relectura. A veces me pego un chasco, pero eso me da un nuevo impulso para escoger el siguiente y hacer un nuevo intento. Últimos chascos: tres seguidos: dos novelitas, más bien esbozos, de Esther García Llovet, insustanciales, con nada de emoción o interés. Y el que acabo de terminar: El saqueo de Europa, de Lynn H. Nicholas, sobre la historia de las obras de arte robadas por los nazis: demasiado prolija, soporífera a veces; interesantes otras, pero guardaré el volumen como una enciclopedia, más de consulta que de placer lector. Además, tiene algunos fallos de traducción que me hacen desconfiar de la edición. El dueño lo compró en un VIP en los años 90 por 395 pesetas. Para resarcirme de tan insalubres lecturas comencé ayer tarde el delicioso librito, el clásico, El viaje Sentimental por Francia e Italia de Laurence Stern.

  En cuanto a Vargas Llosa decir que asistí hace años (2007) a una conferencia suya titulada Escribir una novela, sobre precisamente eso: de dónde salen los materiales necesarios para escribirla. No llevó papeles ni apuntes. Lo presentaron, enseguida comenzó a hablar y después de hora y cuarto terminó para que el público, hasta ese momento silencioso, petrificado, le otorgara uno de los mayores aplausos que he escuchado a un escritor. Una de las partes que más despertó mi interés, porque lo desconocía, es de dónde surgió la idea de la novela La guerra del fin del mundo, y le vino de su lectura de Los Sertones, del brasileño Euclides da Cunha. Tanto me interesó lo que contaba que lo primero que hice fue buscar una edición potable en español y encontrarla físicamente. Una gran e histórica lectura. Esta temporada aprovecharé para hacerme con los dos o tres libros que aún no he leído de él.

  El ser humano se va desprendiendo de actividades según pasan los años. De muchas ya me he despedido, jugar al futbol o al tenis, de otras me voy despidiendo poco a poco, correr, y de otras preveo un final cercano. Espero desde luego que la lectura sea la última.



domingo, 13 de abril de 2025

COMO DEJAR DE ESCRIBIR. ESTHER GARCÍA LLOVET.

   Este tipo de novelas me dan la impresión de ser un esbozo de novela. O un esbozo de guion. Los escritores de novelas en la actualidad deberían dedicarse a escribir guiones.

  Un tipo, Renzo, deambula por Madrid buscando un manuscrito de su padre, un reconocido escritor latinoamericano. En principio la idea parece buena pero luego se va desinflando desde el principio.

  A ella el gustan las novelas exhaustivas tipo Bolaño pero ella practica lo escueto. Sus novelas, al menos las dos que he leído de ella, se leen en un par de ratos. Pero ni me gusta Bolaño ni me gusta ella.

  Entiendo que tenga seguidores y que en la contraportada de abuse de alabanzas pero a mí no me ha llegado. Y lo siento porque ha sido la recomendación de un amigo.

viernes, 11 de abril de 2025

ESTER GARCÍA LLOVET. SÁNCHEZ.

 

  Novela sobre unos personajes marginales en Madrid. Debía haber leído la otra que también me prestó un amigo, anterior a ésta pero me da igual. No me gusta que me presten ni que me regalen libros. Es algo tan personal que deberían saberlo.

  Cada vez leo menos novela, y menos si no está basada en hechos reales. Aquí se relatan esperas nocturnas, timbas, robos, estafas, alcohol y drogas. Pero contado todo sin más importancia.

  Ciento y pico de páginas que me han dejado vacío. Cuando acabe la siguiente, que es las anterior, Cómo dejar de escribir, me pondré con algo de historia o de ensayo o de viajes.

jueves, 10 de abril de 2025

Vidas. CORNELIO NEPOTE.


Quizá lo más destacable de este clásico sea la introducción a cargo de Manuel Segura Moreno. Dice lo primero que de Nepote apenas sabemos nada a pesar de haberse pasado la vida escribiendo biografías. Y casi de seguido raja de los textos que vamos a leer. Nos cuenta una pequeña reseña de su vida, que nació cien años antes de C. y que debió morir setenta años después. Y que conoció a gente importante. Pero enseguida nos resalta que debió ser un tipo algo mediocre y desconocido y con bastante falta de precisión en cuanto a hechos históricos.

  A mí la verdad es que me ha aburrido un poco. No tiene nada que ver con Plutarco o con Seutonio, a quienes nombra de vez en cuando. Es todo muy genérico, como la descripción de unas plantas encontradas en un jardín ajeno. Un hecho resaltable es el de que no haya hecho ni un subrayado.

  Eso sí, está editado el libro en la prestigiosa y valorada editorial Gredos, la de los clásicos. Este libro perteneció al dueño de la casa de Moncloa al que amigablemente me invitaron a servirme lo que quisiera. Cómo dejar un Gredos allí, aunque bien es verdad que por falta de espacio en las bolsas fueron algunos los que dejé.

  En Iberlibro, lo acabo de ver, está a cien pavos.

 

  Trump pone aranceles, bajan las bolsas; pospone la entrada de los aranceles, suben las bolsas. Tiene las llaves de las cotizaciones, como si pudiera ver los números de la Primitiva antes del sorteo.