
Albert Caraco nació en Constantinopla en 1919. Pertenecía a una familia judía y rica. He leído que era inteligente y de gran cultura; entregado a la ciencia y a una escritura elegante y provocadora.
A semejanza de Ferrater, también puso fecha a su suicidio con antelación. Aunque en el caso de Caraco estaría supeditado a la muerte de su padre. Caraco se quitó la vida con barbitúricos en París en 1971, un día después de que muriera su padre. Tenía 52 años.
Un párrafo:
Porque las ideas están más vivas que los hombres, es por las ideas que los hombres viven y es por ellas que morirán sin murmurar. Ahora bien, todas nuestras ideas son mortíferas, ninguna de ellas obedece a las leyes de la objetividad, de la mesura o de la coherencia, y nosotros, que perpetuamos estas ideas, caminamos hacia la muerte como autómatas.
Albert Caraco. Breviario del Caos.
Gracias por pasarte por mi blog.
ResponderEliminarEste Caraco tiene una estela de pesimismo que me atrae, como las polillas a la luz. Otro agradable descubrimiento que acompañará a mi solitario Cioran. Saludos.
Gracias por comentar Manso. Más lúcido que éstos y más pesimista, si cabe, es Schopenhauer: Vivimos en el peor de los mundos posibles.
ResponderEliminarUn saludo.
No sé si Sch. es más pesimista que Cioran y Caraco, sobre todo que el primero porque llega a "ensalzar" el suicidio de alguna manera, y lo pongo entre comillas porque es una de las tantas lecturas que admite el gran Cioran.
ResponderEliminarNiños que suenan a malitos y no saben limpiarse el culo
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